
Cómo disfruto de la pintura! La escultura, a veces... el arte en general me llama, pero la pintura sencillamente me impacta. Muy internamente. Encuentro días en que pasaría horas descubriendo obras, tratando de captar lo que el autor quiso expresar. Lo siento, igualmente, tan subjetivo: puedo interpretar yo, desde mi realidad, circunstancias tales que ni el autor se imagina...
Más aún tratándose de mis preferidos, más abstractos que concretos: Miró, Picasso... Dalí en muy contadas ocasiones, y algunos otros que voy descubriendo. Joan Miró, sobre todo, me impacta a través de su impecable síntesis, y si uno se fija, muchos de los títulos de sus obras son extensos... muy extensos. Maravilloso contraste. Bastan unas mágicas pinceladas para definir el concepto.
Desde algún ángulo, el impresionismo, Monet, me provoca serenidad, me es familiar... sigo en un perfil "desdibujado", sin perder significado.
Cuando puedo, cuando tengo el tiempo, cuando las musas acuden, me gusta incursionar en la pintura. Sin ánimos de lucro, sin destino establecido, por mi, para mi. Pura expresión, puro placer. Algún mínimo conocimiento previo, lo que me motiva es fluir al compás de los pinceles, mezclar colores, descubrir el mensaje, tratar de definir una idea con algunos trazos, algo así como una danza de pinceladas. Sueltas o acompañadas. Que van definiendo el conjunto. Como jugando. Y sale. Y queda. Y me convence... o no tanto. Pero vale el intento, o seguimos intentando.
Uno se vuelve el peor crítico de si mismo...
Creación, voluntad, intención. Palabras mágicas.
Y tratándose de creación, aún el más simple de los proyectos es válido, es oro puro, totalmente personal, íntimamente único.
La pintura: Joan Miró - "Amanecer..." y algo más, no recuerdo qué.