26 de octubre de 2010

Amo ir al dentista



Muela de juicio. Terrible dolor, el que lo pasó lo sabe, aunque hay millones de versiones y posibilidades. Tampoco ayuda que te digan que no son de utilidad, que mejor sería que no salgan. Salen...entonces? La enfermera quiso matizar la situación con un chiste del estilo: "Ah...Te acaba de salir???" Mmmm, no, parece que tenga 18 ó 20 ó 25 años? "Si, no, jaja..." (no los tengo y hubiera querido pero tampoco podía reírme... ) Acto seguido, las preguntas: te sacaron alguna? hace cuánto? Si, como 15 años atrás... Qué sentiste? Hubo complicaciones? Epa, demasiadas preguntas si tenés la boca inmóvil del dolor!! No lo sé, poco recuerdo, creo que no... serán preguntas de importancia para el caso, pero no creo haber guardado semejante momento en mis recuerdos mejor guardados.


Como sea, esta vez la dolencia se extendió más de lo previsto, infección y demás, 30 días a antibióticos y calmantes, el estómago a punto de decretar cese de funciones y el bendito molar muy relajado, en el sillón de su living, sin ánimos de mudarse.


Luego de pasearme por varios consultorios odontológicos, dos profesionales tremendos aunque completamente inútiles me sacudieron de pies a cabeza, sobre todo la cabeza, guauuu, fantástico, qué sensación... los odié con toda mi alma. Sépanlo doctores, por si aún no se dieron cuenta, la única que debía ser sacudida era ella! Para colmo, no estoy segura de que la anestesia me haya tomado bien, o estuviera bien puesta, y no, no lograron moverla ni medio milímetro. Solo sumaron al dolor que ya tenía una intensa cefalea, cuello, espalda, y me regresaron a casa con el ánimo por el piso. Algunos pensarán que me quejo de llena... si, placeres como esos no se experimentan todos los días!


Tercer intento. Odontóloga, bastante piola parece, me investiga, mmmm, ahhhh, ese idioma que no pude aprender todavía, y al final concluye con: Te la saco el lunes a primera hora (a la fecha que estábamos, 3 días después) pero antes, te doy este calmante por intramuscular (algo así como tumba-caballos en criollo). Bien, bien, al menos algo más alentador.


Un tanto escéptica todavía, pero ya sin dolor, voy el lunes, tal como dijo a primera hora. Me atiende, constata que el dolor no sigue, me ubico en esa especie de camilla (si tiene otro nombre desconozco), anestesia, respiro hondo.... hace una serie de movimientos, toma la pinza más grande, mueve aquí y allá, no siento nada pero la veo, ni el tirón, nada... va por un segundo a desechar algo.... y listo. Ya está? debo preguntarle, porque chica de pocas palabras, ni me avisa. Me pone la gasa en el lugar y me explica todo lo que permitido y prohibido durante los siguientes días. Encantador!! Lo que vino después de la gasa me lo ahorro, se los ahorro porque es sencillamente asqueroso.


Luego del efecto anestesia, nuevamente dolor, pero lo que más disfruté fue la dieta, oh, esa maravillosa dieta de tres días a alimentos líquidos (o blandos dijo), para colmo solo fríos, donde dentro de mis preferencias solo encontré yogurt... (sopa=caliente, puré=caliente, té=caliente... y así todo). Ahi pensé: somos lo que comemos!! Me entregué a los placeres del yogurt, ah, y del queso crema, deliciosos, aunque a la larga algo hartantes. No estoy para nada acostumbrada, lo confieso, como lo que me viene a la mente, y es una suerte, ahora es un tema mental o un mecanismo de defensa, la tonteria de saber que no se puede y más ganas te da, pensar en la crocancia de algunos alimentos... daba mi reino por un té caliente, por una ensalada, por un desayuno completo. Pensé, porque es inevitable, en todos los que pasan algo más de 3 días (que no es nada!!) en ese estado, y lo mio era minúsculo pero, dada la miseria humana, costaba igual. Final: el 4º día, delicioso, caliente y sólido desayuno habitual, terror de morder mal y abrir la herida (volver a empezar) y una sopa caliente que me resultó tan pero tan exquisita.


Ahora, digo yo, estos dos señores, hombres, chicos, como quieran llamarles... habrán sido practicantes? Si el centro los avala me parece perfecto, de mi parte el libro de quejas del lugar se ganó un nuevo comentario, colorido, aunque siempre educado. Porque hacer doler así porque sí sin obtener el resultado deseado.... por estos lugares, el tema salud y quién te "toca" como profesional está algo complicado. Preocupante.

1 comentario:

Silvia dijo...

Yo voy ahora en un rato al dentista argggg, jejeje. me gusta tu blog, enhorabuena por él, te sigo. Besitos

http://silvia-artesaniadelsur.blogspot.com