23 de octubre de 2010

Con gusto a poco


Nostalgia que transita, invade, trata de pesar y le hago frente, creo que hasta se vuelve cuasi-necesaria. Es amor, es extrañarlos, reconocerlos cerca en corazón y mente, mantenernos en contacto, y a pesar de ello, en días como hoy, desear simple y directamente... verlos!

Palparlos, abrazarlos, sensación a la altura del estómago, deseo de subirme al primer avión que pase sobre este cielo. Diálogo cara a cara, piel a piel, sentir despojado, íntegro, genuino, yo simplemente siendo yo, que se potencia al amparo de los afectos añejos (nunca viejos). Parte de una huella que se va formando, parte de la eterna, inconclusa, maravillosa y a la vez abrumadora búsqueda plenitud-equilibrio, de la masticada elección de lo que resulta simpático o no, lo que sin desarticular, logra acompañar, complementa la cadencia. Ese singular cóctel que solemos ser y que solo saben, con un arte encantador, reconocen algunos pocos tan solo con mirarnos.

Esta tarde adoraría mezclarme, perderme en aquellas callecitas atiborradas de gente, allí donde paradójicamente camino más segura, llenas de voces entremezcladas, tonalidades intensas de verde y perfumes a flores diversas. Mi olfato atento persiguiéndolos, tratando de individualizarlos y reconocerlos. Almuerzo tardío a pleno sol, en alguna terraza con vista a nada, distrayendo cada tanto la mirada en quienes pasan, y pasan, y pasan.

Mimos, malabaristas ejecutando piruetas varias con trajes arco-iris, algodón de azúcar y garrapiñadas que, queramos o no, invaden los sentidos a cuadras de distancia... palmeras y fuentes y hasta a veces añoro ese calor pegajoso, extremo, mezcla de placer y agonía.

El bu-bu da-da de mi sobrino en pañales, quién sabe, digo yo que estará diciendo... los gritos adorables e imbancables, en igual proporción, del enano más grande en plena rebeldía. Las charlas, eternas y alocadas, sin tiempo, sin tema, con todos los temas, con dirección incierta, con mis amigas, mis amores, mi hermana, con quienes nunca alcanza ni un almuerzo, ni una tarde, ni varios días con madrugadas desveladas....

Se vuelve planteo, interrogante, grito... aún cuando, a veces, se me hace posible viajar cada 6 meses, se hace largo, se siente el gusto a poco, y no-me-alcanza.

No existen respuestas, tan solo hay certezas.

2 comentarios:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...silbo
del aire
ve o va
este anhelo
al poderte
en mi abrazar...


...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
POLI

ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

José
Ramón...

Amélia Ribeiro dijo...

Hola Poli,

que malo es ese gusto a poco...

Un beso y que tengas un feliz domingo.