2 de octubre de 2009

Mis armas


Mis armas están cambiando. En esta nueva etapa. Ante el que me sorprende y desconozco, ante sus contradicciones, incertidumbres, idas y vueltas. Serán, también, pienso, miedos. Un cambio de rumbo tiende a cambiarlo todo, una actitud, el SER persona. Ese SER que nunca deberías haber dejado de lado...
Los cambios drásticos no son fáciles, aún los elegidos, y estarás buscando enemistarte con el pasado para eliminarlo. Nada se elimina, sólo se transforma. Siempre llevamos las mochilas a cuestas, con lo vivido, lo aprendido, lo errado también, lo fallido. Todo lo que forma parte de lo que somos hoy y vamos construyendo con el tiempo. Tu deseo es vano: nadie desaparece.
Será la necesidad de barrer con todo lo vivido, una herramienta más para afirmar que el camino elegido es en definitiva el correcto? Duele de todas maneras, indigna. Querrás ser otro. Pero eres el mismo.
Dicen que cuando uno decide mudarse, o dejar un trabajo arraigado, quemar las naves, en el tratar de apaciguar la molestia que eso genera, la incomodidad, busca pelearse internamente con lo anterior. Romper cadenas. Aún asi, me parece absurdo, burdo. Si es una decisión tomada desde el corazón, aún a pérdida de algo, siempre perderemos algo...Si las razones que nos damos nos llenan... Si habiendo miles de caminos, es el que finalmente elegimos... Si todo en la vida son elecciones, la estantería es tan vasta... no es posible confundir Elección con "me veo obligado", "fue el único camino".

Laberintos de la razón que vuelven más difícil este aprendizaje.

1 comentario:

luisa maria cordoba dijo...

Los cambios son necesarios, para bien o para mal."La vida es como una leyenda, no importa que sea larga, sino que esté bien narrada" es tu decisión.
Me encata la música que has puesto.
Un besito corazón.